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  • Rancho El Nogalito

    La Llegada de la Desgracia

    Invierno de 1953, Rancho «El Nogalito», Sierra Mojada, Coahuila

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    Capítulo 1: La Llegada de la Desgracia

    El viento cortante de diciembre silbaba entre los mezquites, arrastrando hojas secas sobre la tierra agrietada. Petra González, de 45 años, ajustó su rebozo negro sobre los hombros mientras observaba el horizonte teñido de naranja. El sol se ocultaba tras la sierra, y con él, la última esperanza.

    —¡Petra! —gritó una voz desde el camino polvoriento.

    Era el doctor Morales, llegando en su viejo Ford. Su sombrero estaba empapado de sudor a pesar del frío.

    Petra no necesitaba palabras. La expresión del médico lo dijo todo.

    —Lo siento… Luis no resistió la neumonía —susurró el doctor, bajando la mirada—. La fiebre era demasiado alta.

    Juanito, su hijo de 12 años, se aferró a su falda. Los ojos del niño, grandes y oscuros como charcos bajo la lluvia, buscaban respuestas.

    —¿Y ahora qué hacemos, mamá? —preguntó, temblando.

    Petra apretó los dientes. No había lágrimas. No todavía.

    —Ahora, mijo, aprendemos a vivir sin él —respondió, pasando un dedo calloso por la mejilla del niño—. Pero este rancho sigue siendo nuestro. Lo juro por la Virgen de Guadalupe.

    La Visita de Don Cleto

    Tres días después del velorio

    El caporal del rancho vecino llegó montando su yegua alazana. Don Cleto, de 60 años y bigote cano, era un hombre de pocas palabras pero de peso.

    —Petra, usted sabe que esto no es para una mujer sola —dijo, quitándose el sombrero—. Véndame el ganado. Le doy un precio justo.

    Petra miró las chivas flacas pastando entre los nopales. Eran todo lo que les quedaba.

    —Don Cleto, ¿sabe qué me dijo Luis antes de morir? —preguntó, cruzando los brazos—. «Cuida la tierra, que ella cuidará de ti».

    El viejo caporal escupió al suelo, incómodo.

    —Con respeto, señora… ¿y qué va a hacer cuando se acabe el maíz? ¿Cuando las chivas no den leche?

    Petra señaló a Juanito, que cargaba un balde de agua con manos temblorosas.

    —Ese niño y yo vamos a trabajar hasta que los dedos nos sangren. Y si no alcanza, volveremos a empezar.

    Don Cleto meneó la cabeza, pero algo en la mirada de Petra lo hizo callar. Montó de nuevo en su caballo.

    —Pues que Dios los ayude… porque el invierno apenas comienza.

    La Primera Noche Solos

    En la cocina de adobe, con una vela como única luz

    Juanito se revolvía en su petate, incapaz de dormir.

    —Mamá… ¿y si no podemos? —susurró.

    Petra tomó las manos del niño entre las suyas. Eran suaves, sin callos. Todavía, pensó.

    —Mira, mijo —dijo, señalando la vela—. La flama es chiquita, pero mientras no se apague, hay luz. Nosotros somos así.

    Afuera, un coyote aulló en la oscuridad.

    —¿Y si viene el Charro Negro? —preguntó Juanito, asustado.

    Petra sonrió por primera vez en días.

    —Pues le pediremos que nos ayude a arar el campo.

    © 2025 Ana Paola. Todos los derechos reservados.

  • nna

    Parte de: Lo que callan los niños

    (Autora: Ana Paola, estudiante de astrofísica y escritora)

    2025 Junio 09 – queja para el Consejo de la Judicatura NL

    ===

    Escrito de queja para el Consejo de la Judicatura del Estado de Nuevo León**

    **\[Lugar y fecha]**

    **Consejo de la Judicatura del Estado de Nuevo León**
    **Presente.**

    **Asunto:** Se interpone queja en contra de la actuación de la C. Jueza \[nombre completo], titular del Juzgado \[número] Familiar del Estado de Nuevo León, por omisión grave en la valoración de pruebas en perjuicio de un menor.

    Yo, **\[nombre completo del padre]**, mexicano, con domicilio para oír y recibir notificaciones en **\[domicilio completo]**, en mi calidad de parte interesada y padre del menor **\[nombre del menor]**, me permito exponer lo siguiente:

    ### **I. HECHOS**

    1. En el Juzgado **\[número] Familiar del Estado de Nuevo León**, se tramita el expediente número **\[número de expediente]**, relativo al juicio de guarda y custodia del menor **\[nombre completo del menor]**, de 13 años de edad.

    2. Dentro del juicio, se han aportado **pruebas contundentes que acreditan violencia familiar** ejercida por la madre del menor, Sra. **\[nombre de la madre]**, entre las que se encuentran:

    * Denuncia penal ante el Ministerio Público.
    * Dictamen médico de lesiones.
    * Dictamen psicológico que indica afectación emocional.
    * Declaración directa del menor, quien manifestó querer vivir con su padre y no tener contacto con su madre.

    3. No obstante la existencia de estas pruebas **legalmente presentadas, contundentes y relacionadas con el bienestar del menor**, la C. Jueza **\[nombre]**, en su resolución de fecha **\[fecha de la resolución]**, **omitió por completo su valoración**, lo que resultó en una resolución contraria a derecho y violatoria de los derechos fundamentales del menor, quien fue revictimizado.

    4. Tal actuación judicial **contraviene los principios constitucionales del artículo 4º**, los tratados internacionales ratificados por México (en particular la **Convención sobre los Derechos del Niño**) y la legislación local aplicable, en la que se establece que **el interés superior del menor debe ser la consideración primordial** en cualquier decisión que lo afecte.

    5. La conducta de la jueza puede configurar una falta administrativa grave por **negligencia, omisión y falta de imparcialidad**, lo cual debe ser investigado por ese Honorable Consejo.

    ### **II. PETICIÓN**

    Con fundamento en lo dispuesto por los artículos aplicables de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de Nuevo León y el Reglamento del Consejo de la Judicatura, **solicito respetuosamente:**

    1. Tenerme por presentado interponiendo **queja formal en contra de la C. Jueza \[nombre completo]**, por las omisiones y actuaciones descritas.

    2. Que se **inicie una investigación administrativa** para determinar la existencia de responsabilidad disciplinaria derivada de su actuación.

    3. Que, en su caso, se impongan **las sanciones que conforme a derecho correspondan**, y se adopten medidas para prevenir que situaciones similares pongan en riesgo a niñas, niños y adolescentes en procesos judiciales.

    **Protesto lo necesario.**

    **\[Firma]**
    **\[Nombre completo del quejoso]**
    **\[Teléfono y correo electrónico]**

    Presentar este escrito **directamente en la Oficialía de Partes del Consejo de la Judicatura del Estado de Nuevo León**, en Monterrey.

    • Quizás también puedes enviarlo **por correo electrónico** o mediante la plataforma oficial del Poder Judicial.

    2025 Junio 10 Para la Jueza

    Solicitud de valoración de pruebas y adopción de medidas en favor del interés superior del menor

    ===

    \[Lugar y fecha]**

    **Jueza \[Nombre completo de la jueza]**
    **\[Número del Juzgado] Familiar del Poder Judicial del Estado de Nuevo León]**
    **Presente.**

    **Asunto:** Solicitud de valoración de pruebas fundamentales y adopción de medidas urgentes de protección al menor.

    Yo, **\[Nombre del padre o madre, según sea el caso]**, en mi carácter de **\[parte actora/demandada]** dentro del expediente número **\[Número de expediente]**, relativo al juicio de guarda y custodia del menor **\[nombre completo del menor]**, respetuosamente comparezco para exponer:

    ### **HECHOS Y FUNDAMENTO**

    1. En el presente juicio, se han presentado y obran en autos las siguientes pruebas documentales y testimoniales **de suma relevancia**, que acreditan **la existencia de violencia física y psicológica ejercida por la madre \[nombre] contra el menor y contra el suscrito**:

    * Denuncias penales interpuestas ante \[Ministerio Público correspondiente], con número de averiguación previa **\[número]**
    * Dictamen médico oficial de lesiones del menor, emitido por **\[institución]**, fechado el día **\[fecha]**
    * Informe psicológico emitido por **\[institución o perito autorizado]**, en el cual se advierte afectación emocional derivada de la conducta violenta de la madre
    * Declaración directa del menor **\[nombre]**, de 13 años de edad, quien fue escuchado ante este H. Juzgado y manifestó expresamente su deseo de residir con el padre y no convivir con la madre, debido a las agresiones sufridas.

    2. No obstante la contundencia y relevancia de dichas pruebas, **en las resoluciones emitidas hasta este momento no se advierte que hayan sido valoradas** conforme a los principios rectores del derecho familiar, particularmente el principio del **interés superior del menor**, la **protección integral de la niñez** y el deber del juzgador de **velar prioritariamente por la seguridad física y emocional del niño**.

    3. Esta omisión de valoración puede tener consecuencias graves para el bienestar del menor, por lo cual, en ejercicio del derecho de petición y con fundamento en los artículos **4º Constitucional, 1º de la Convención sobre los Derechos del Niño**, y demás relativos aplicables, **solicito que se subsane dicha omisión** y se valoren integralmente las pruebas ofrecidas, en beneficio del menor.

    ### **PETICIÓN**

    Por lo anterior, a Usted C. Jueza, **respetuosamente solicito:**

    1. Tenerme por presentado solicitando se realice **una valoración exhaustiva, específica y expresa** de los elementos probatorios aportados en este juicio que acreditan **la existencia de violencia familiar por parte de la madre del menor**.

    2. Que con base en dicha valoración, se emitan las medidas correspondientes para **garantizar la integridad y estabilidad emocional del menor**, incluyendo, de ser procedente:

    * La **modificación del régimen de convivencias**
    * La **suspensión provisional o definitiva del contacto con la madre**
    * La **ratificación de la custodia a favor del padre**

    3. Se gire exhorto, si fuera necesario, al **Ministerio Público, al DIF o a peritos del Tribunal**, para emitir opinión especializada o verificar condiciones de vida del menor.

    **Protesto lo necesario.**

    **\[Firma]**
    **\[Nombre completo del promovente]**
    **\[Teléfono y domicilio procesal]**

    * Preséntalo en el juzgado en el que se está llevando el proceso.
    * Adjunta copia de los documentos clave (denuncia, dictamen médico, psicológico, etc.).
    * Lleva copia sellada para constancia.

    ———————

    2025 Junio 10 = Qué hacer Violencia, Jueza, Derechos Humanos

    ## 1. **La violencia familiar es un factor determinante para la custodia**

    La legislación mexicana (como el Código Civil de Nuevo León y la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes) establece con claridad que:

    > **»En ningún caso se otorgará la custodia o un régimen amplio de convivencias a una persona que haya ejercido violencia familiar, especialmente contra el menor.»**

    Además, el principio del **interés superior del menor** obliga a la jueza a **proteger la integridad física, emocional y psicológica del niño** por encima del derecho de los padres a convivir con él.

    ## 2. Pruebas de la violencia

    Si existe violencia, es esencial **acreditarla con pruebas**, como:

    * **Denuncias penales o reportes al Ministerio Público**
    * **Informes del DIF**
    * **Dictámenes psicológicos** que documenten afectaciones emocionales al menor
    * **Certificados médicos** de lesiones
    * **Testimonios** (incluido el del menor)

    Incluso si no hay una denuncia formal, si los psicólogos del Centro de Convivencia lo documentaron o si el menor lo declaró directamente a la jueza o al perito, eso **debe tomarse muy en cuenta**.

    ## 3. ¿Qué puede solicitar el padre ante esta situación?

    ### El padre puede:

    * **Pedir la custodia exclusiva y la suspensión del régimen de convivencias** de la madre, con base en el historial de violencia.

    * **Solicitar medidas cautelares** para proteger al menor, como:

    * Prohibición de acercamiento
    * Supervisión obligatoria en cualquier contacto con la madre (o suspensión total, si hay riesgo)

    * **Solicitar que el menor no sea obligado a convivir** si existe prueba de daño emocional o miedo hacia la madre.

    ## 4. Si la jueza no tomó en cuenta esto, se puede:

    * **Promover un recurso de apelación** si la resolución ya fue dictada.
    * **Solicitar una revisión del caso o una audiencia adicional**, presentando nueva evidencia o ampliación del dictamen psicológico.
    * **Acudir a la Comisión Estatal de Derechos Humanos** si consideran que se está violando el derecho del menor a vivir libre de violencia.

    ## Hacer ahora

    * Redactar un escrito judicial solicitando **la custodia exclusiva y suspensión de convivencias**
    * Preparar un argumento legal para presentar en audiencia
    * Armar un resumen de pruebas
    * Buscar jurisprudencia relevante en Nuevo León

  • El Bosque de los Amigos

    (Autora: Ana Paola, estudiante de astrofísica y escritora.)

    Había una vez un lugar mágico y lleno de vida llamado El Bosque de los Amigos, un lugar donde todos los seres vivos vivían en armonía, sin importar si eran grandes o pequeños, rápidos o lentos, fuertes o delicados. En este bosque, los animales, las plantas y hasta los ríos se respetaban unos a otros, sabiendo que cada uno tenía un papel importante en el ecosistema.

    En este hermoso bosque vivía una niña llamada Lina, que tenía 8 años. Lina no solo era curiosa, sino que tenía una habilidad muy especial: podía hablar con los animales. Cada día, caminaba por el bosque, saludando a todos los que encontraba en su camino, desde los insectos hasta los grandes árboles.

    Un día, mientras exploraba una parte del bosque que nunca había visitado, Lina se encontró con un pequeño conejo llamado Pipo que parecía muy preocupado.

    ¿Qué te pasa, Pipo? preguntó Lina, acercándose al conejo.

    Pipo levantó las orejas y suspiró. Es que no sé qué hacer, Lina. El gran roble viejo, que ha sido nuestro hogar durante tantos años, está perdiendo muchas hojas. Todo el mundo dice que el roble está enfermo, y los animales no se acercan más. Me siento tan triste porque todos lo han dejado solo.

    Lina pensó un momento y luego se agachó para mirar al roble. El roble ha dado muchos frutos, ha sido un hogar para muchos animales, y ha ayudado al bosque a crecer. No podemos simplemente olvidarlo. Tenemos que ayudarlo.

    Pipo levantó la cabeza, sorprendido. ¿Pero cómo podemos ayudar a un árbol tan grande? ¿Qué podemos hacer nosotros, que somos tan pequeños?

    Lina sonrió. El respeto es el primer paso. Los árboles también son seres vivos, igual que nosotros. Si todos los animales y plantas del bosque nos unimos, podemos cuidar al roble y devolverle su salud.

    La gran idea de Lina fue convocar una reunión en el claro del bosque, invitando a todos los seres vivos a participar. Al día siguiente, un grupo diverso de animales, plantas e incluso ríos, se reunió alrededor del roble viejo. Había Ari, la ardilla que recolectaba nueces, Beto, el búho sabio, Mina, la pequeña ardilla de río, y muchos más.

    Lina les habló con voz cálida. Amigos, el roble ha estado aquí mucho tiempo, dándonos sombra, frutos, y aire limpio. Ahora es el momento de devolverle un poco de todo lo que nos ha dado. Si trabajamos juntos, podemos cuidarlo y darle lo que necesita para sanar.

    Ari saltó hacia un tronco y levantó las manos. Yo puedo recolectar las nueces y frutas que caen, y distribuirlas para que los animales tengan suficiente comida mientras el roble se recupera.

    Beto, el búho, abrió sus ojos grandes y ……

  • Los Pies de Estrella

    (Autora: Ana Paola, estudiante de astrofísica y escritora.)

    En un rincón del planeta Tierra, donde el cielo era tan claro que las estrellas parecían pestañearle a los niños, vivía Elías, un chico curioso que amaba andar descalzo.

    —¡Los zapatos me atrapan los pies! —decía mientras corría por el pasto, la tierra y hasta las piedras del camino.

    Su abuela, la sabia Nana Lila, siempre lo regañaba dulcemente:

    —Elías, los pies son como las antenas de un astronauta. ¡Necesitan protección!

    —Pero las estrellas no usan zapatos —respondía Elías con una sonrisa traviesa.

    Una noche, mientras leía un libro sobre planetas, Elías se quedó dormido y soñó que despertaba en El Planeta Suelopiedra, un lugar lleno de caminos brillantes, suelos de cristales y criaturas diminutas que vivían bajo tierra.

    Allí conoció a Zarka, una niña con botas galácticas que se asombró al verlo descalzo.

    —¡Oh no! —gritó—. ¡Tus pies están expuestos! Aquí hay microcriaturas que pueden meterse en tu piel y sensores de energía que queman si no llevas suelas protectoras.

    —¿Microqué? —preguntó Elías, preocupado por primera vez.

    Zarka le prestó unas botas y lo llevó al Centro de Pies Inteligentes, donde un robot llamado Doctor Dedómetro le mostró en una pantalla todos los peligros de andar descalzo: desde cortadas invisibles hasta bacterias escondidas.

    —Tus pies son como sensores espaciales —dijo el robot—. Si se dañan, no puedes caminar, correr… ¡ni explorar el universo!

    Elías entendió. Si quería algún día caminar por la Luna o en Marte, tenía que cuidar sus pies aquí, en la Tierra.

    Al despertar, encontró junto a su cama un par de zapatos nuevos con estrellas dibujadas. No sabía si era un sueño o magia de Nana Lila, pero desde ese día, Elías jamás volvió a andar descalzo… salvo en la playa, claro.

    Porque hasta los futuros astronautas saben que hay lugares seguros para dejar que los pies respiren, y otros donde la protección es la verdadera libertad.

    the end

  • Un verano que nunca llegó

    (Autora: Ana Paola, estudiante de astrofísica y escritora.)

    Colección: Lo que callan los niños

    Martín tenía 10 años y estaba en la mitad de su segundo trimestre de primaria cuando un día, sin previo aviso, su mamá le dijo que se iba de vacaciones. Ella, Laura, había decidido que era hora de irse a la playa, pero lo harían sin consultar con su papá ni con la escuela.

    —Martín, empaca tus cosas —dijo Laura con una sonrisa que no le llegaba a los ojos—. Nos vamos a la playa esta semana. No quiero escuchar preguntas.

    Martín, confundido, no sabía qué hacer. ¿Vacaciones? ¿De verdad? En plena semana de clases, cuando tenía pruebas y tareas por entregar. Pero su mamá no parecía dispuesta a escuchar ninguna objeción. Martín pensó que tal vez su mamá había planeado todo en secreto, quizás para distraerse de algo que él no entendía. No obstante, el niño solo asintió en silencio. Sabía que, a veces, cuando su mamá tomaba decisiones, no había forma de cambiarlas.

    No se lo dijo a sus compañeros ni a su maestra. Laura se encargó de que no hubiera contacto con nadie, y en cuestión de horas, Martín estaba sentado en el coche, rumbo a la playa. No le había dado tiempo de pensar en su escuela, ni en sus amigos, ni siquiera en el hecho de que no estaba siendo consultado por su madre, quien normalmente se encargaba de decirle que “todo lo que hacía era por su bien”.

    El viaje fue largo, pero Laura no parecía interesada en las molestias de Martín. Se veía distraída, con los ojos enrojecidos, como si no hubiera dormido en días. Cada vez que su hijo le preguntaba cuándo llegarían o si podrían hacer alguna parada, ella solo respondía con una sonrisa vacía, como si estuviera buscando algo fuera del coche.

    Finalmente llegaron a la playa. El sol estaba bajo en el horizonte y el sonido de las olas era relajante, pero Martín no se sentía relajado. No era solo que la playa no era lo que él había imaginado para unas vacaciones. Era la sensación extraña de estar lejos de casa, de la escuela, de sus amigos, y de su papá. Se sentía desplazado, como si nada tuviera sentido.

    Lo primero que notó fue que su mamá no parecía tener muchas ganas de disfrutar del lugar. En lugar de darle a Martín tiempo para correr por la arena, jugar o explorar, Laura se instaló rápidamente en una sombrilla y abrió una botella de licor. Martín no entendía muy bien qué era lo que su mamá estaba bebiendo, pero sabía que eso no era algo que hicieran normalmente en casa. Ella bebió rápido, sin decir una palabra. Y Martín, de nuevo, se quedó en silencio, sin saber qué hacer.

  • Hola

    Bienvenido al sitio de Ana Paola!

    Estudiante de astrofísica y escritora

    Carlitos y los Dinosaurios del Cósmico
    El Bosque de los Amigos
    El Camino de la Prudencia
    La Estrella que Aulló en el Cielo
    La Gran Aventura de los Planetas y el Niño Estrella
    La Miscelania
    La Sandía que no Sabía Dividirse
    Las Tres Inseparables
    Los Pies de Estrella
    Nna . Lo que callan los niños – Colección
    Corrector ortográfico estelar
    Semillas de Luz
    Un verano que nunca llegó. Lo que callan los niños – Colección

  • La Miscelania

    Ideas, datos y rarezas en un solo lugar.

    (Autora. Ana Paola estudiante de astrofísica)

    Ana Paola jamás usó cuadernos normales. Mientras sus compañeros de astrofísica tenían libretas pulcras con fórmulas alineadas en tinta negra, la suya parecía el diario de un científico loco.

    lamis

  • Corrector ortográfico estelar

    Antes del primer tweet del universo, los dioses mayas tuitearon: #CreaciónFallida pero se autocorrigieron con maíz (y un » corrector ortográfico estelar).

    Cuando el Teclado del Huracán se Descompuso

    El Tweet Mágico
    Había una vez… un dios maya llamado Huracán (sí, ¡como el viento!). Él tenía un teclado de jade para escribir el universo. Pero un día…

    ¡TECLA ROTA!
    Al escribir #CreaciónFallida, aparecieron:

    Volcanes con salsa picante.
    Serpientes con zapatos de baile.
    Nubes que estornudaban.
    Los otros dioses dijeron:
    —»¡Esto no se puede twittear!»

    El Corrector de Maíz
    La diosa Ixmucané tenía una idea:

    Molió maíz azul (como borrador mágico).
    Usó estrellas como letras nuevas.
    Le dio al botón REINICIAR.
    ¡Funcionó! El universo ahora tenía:

    Animales con emojis en la piel.
    Árboles que cantaban «Ctrl+C, Ctrl+V».
    Niños que nacían con hashtags en el corazón.
    El Secreto del Grillo
    Un grillo hacker les susurró:
    —»El truco fue guardar el archivo como… ¡.MAÍZ!»

    Moraleja:
    «Todos somos un tweet corregido con amor.
    Hasta los errores pueden volverse soles.»

  • Carlitos y los Dinosaurios del Cósmico

    Por: Ana Paola (joven estudiante de astrofísica)

    El Niño de los Lentes Brillantes


    Carlitos, de 8 años, ajustaba sus lentes azules mientras observaba las estrellas desde su ventana. Sus tenis negros con agujetas rojas brillaban bajo la luna, y su sudadera roja parecía una capa de superhéroe. En su mochila de dinosaurios guardaba a Rex y Tera, dos figuras de plástico que siempre lo acompañaban.
    —¡Hoy descubriremos un planeta nuevo! —les dijo, apuntando a Saturno con su linterna.

  • La Estrella que Aulló en el Cielo

    La Estrella que Aulló en el Cielo

    Por: Ana Paola (Estudiante de Astrofísica y Escritora)

    La Perrita de las Estrellas


    En las afueras de Moscú, vivía Luna, una perrita callejera de pelaje dorado y ojos brillantes como la Vía Láctea. Mientras buscaba comida entre la nieve, un científico del programa espacial la encontró:
    —¡Eres perfecta! —dijo, admirando su valentía—. Viajarás donde ningún ser ha ido antes.